Los animales de compañía han formado parte de la vida de los seres humanos desde hace miles de años, teniendo en ellos compañeros incondicionales y un puente de entendimiento con otros seres vivos. Desde aves hasta tortugas, las diferentes mascotas que se pueden llegar a ver son un reflejo de cómo este comportamiento sigue hasta nuestros días, permitiendo a las personas tener el compañero que más les agrade.
Entre los animales que son más comunes en los hogares se encuentran los perros y los gatos, esto debido a que su forma de ser es más cercana para con las personas, logrando crear vínculos más fuertes y demostrando el cariño que sienten hacia nosotros. Los felinos han pasado miles de años con nosotros según varios registros históricos que los representan en dibujos y escritos de civilizaciones antiguas, lo que deja claro que su domesticación no es algo reciente.
A lo largo del mundo existe una gran variedad de razas de gatos, llegando a reconocer hasta 71 de ellas en la actualidad que derivan de toda una historia genética remontada a sus ancestros que sentaron los primeros acercamientos con los humanos. Se destaca al gato africano salvaje como el precursor de todas las que conocemos hoy en día, pero hay otras razas cuyos orígenes son igual de antiguos y sin la intervención del hombre de por medio.
Mau Egipcio, Bosque de Noruega y Korat son algunos ejemplos de razas que llevan muchos siglos existiendo, en esta ocasión nos centraremos en una cuya popularidad ha ido en aumento con el paso de los años y que tiene una historia muy interesante, nos referimos al gato angora que se posiciona como el gato ideal para muchas personas alrededor del planeta.
El gato de angora es un descendiente del gato salvaje de Asia Central, es una de las razas más antiguas según investigaciones científicas que analizaron sus genes, destacando del resto por su pelaje largo y suave resultado de una mutación enteramente natural. Fue gracias a los jinetes del histórico conquistador Gengis Kan que este gato logró llegar a Turquía y posteriormente al resto del mundo.
Son animales inteligentes y muy sociables, siempre están listos para jugar con nosotros y son cariñosos con las personas y otros de su especie, demostrando un carácter bastante hogareño a comparación de otros felinos. Veamos algunas características del gato angora que te harán reconocerlo fácilmente e identificar si tienes uno en casa.
¿Cómo saber si mi gato es angora?
La raza de gatos angora posee cualidades que otros gatos no tienen, desde los rasgos físicos hasta el carácter, estos animales logran distinguirse del resto, razón por la que son preferidos y buscados por gran parte de las personas que aman a estos animales. Comenzando por su complexión, estos felinos en la antigüedad poseían un cuerpo robusto que los hacía lucir fuertes e imponentes, esto ha cambiado con el paso de los años y ahora lucen una estructura más estética y delgada.
Otra de las características principales del gato angora es el color blanco de su pelo, que además es largo y muy sedoso; en décadas recientes han surgido variantes de esta raza con pelaje de color gris, negro e incluso rojo, no obstante, hay lugares en los que se considera únicamente de esta raza a los que poseen el color nieve característico. Estos felinos pueden tener ojos de color cobre, azul, verdes o presentar heterocromía, es decir, un color diferente en cada ojo.
Para referirse a esta raza se hace con el nombre de gato angora turco, esto debido a que su domesticación inició en Turquía, cuando los sultanes del Imperio Otomano comenzaron a distribuirlos en dicho país y otras partes de Europa como regalo para la nobleza. No sería hasta el siglo XX que se encontraría en todo el mundo gracias a su variante moderna y más esbelta.
¿De dónde es originario el gato angora?
Los orígenes del angora turco se encuentran en el Cáucaso, una región situada entre Europa Oriental y Asia Occidental que tiene relación con Turquía, es en el siglo XV cuando los turcos comienzan a adoptarlos y a distribuirlos a lo largo de todo el país, ganando enorme popularidad en el viejo continente ya que se consideraba exclusivo de las clases sociales altas por su pelaje y características únicas.
En el siglo XX a mediados de los años 50’s, Estados Unidos inició la cría de esta raza de gatos, resultando en el gato angora turco y su pelaje negro, rojo y gris totalmente alejado del blanco original. Al principio solo se documentaba dentro de la raza a aquellos que tuvieran dicho color característico, pero a finales de esa misma década se decidió incluir a todos los demás, siendo el gato angora blanco y negro los más comunes a día de hoy.
Después de saber todo el trasfondo que poseen los gatos angora, no se puede negar que es una de las razas más bellas y deslumbrantes en el mundo, tanto que es muy cotizada por los amantes de los felinos que desean tener uno; si decides llevar uno a casa, ten la seguridad de que no te faltarán momentos de cariño y diversión a su lado.