Los felinos domésticos existen como compañeros del ser humano desde hace miles de años, remontando su aparición hasta el lejano Egipto; estos pequeños animalitos fueron adaptando su apariencia según su entorno y el agrado estético de sus dueños, lo cual ha derivado en la existencia de diferentes variedades de razas.
Uno de los más extraños y peculiares tipos de estos son los gatos sin pelo, o bien, que en la lejanía parecen carecer de pelaje; los gatos sin pelo tienen un nombre genérico y popular, pero también uno reconocido por la comunidad veterinaria.
Entonces, ¿cómo se llaman los gatos sin pelo? Este tipo de felinos son nombrados coloquialmente con el término de gato egipcio, sin embargo, su raza se conoce como sphynx o esfinge, aunque son igualmente conocidos como gatos árabes sin pelo.
Sin embargo, aunque estos sean los más populares, existen otras razas de gatos sin pelo, como el donskoy o don sphynx, que es una variante del egipcio; peterbald, que surge de la cruza de un donskoy con un siamés; bambino, levkoy, elfo y el gato hawaino.
Dichos gatos son considerados exóticos, ya que al ser una variante sin pelo, son menos comunes que aquellos con pelaje, a su vez, los cuidados que necesita el gato egipcio son diferentes a los de otros tipos de felinos que sí tienen pelo; por ejemplo, cuando el gato egipcio es bebé, requiere de vigilancia para que los cambios de temperatura no lo enfermen.
Raza de gatos sin pelo
El gato egipcio tiene su origen en la década de los años 60, cuando una gata dio a luz a un cachorro con poco pelo; por su rareza, los veterinarios decidieron conservar su linaje cruzando a otros animales con la misma característica.
De esta manera, el gato egipcio tuvo su origen mediante selección humana sin que la zona geográfica coincidiera con su nombramiento, como suele ser concebido por el imaginario popular.
Gatos egipcios
Los egipcios y los gatos tenían una relación bastante cercana que ha sido constatada en las ruinas arqueológicas de dicha cultura, el gato egipcio, es decir, el felino que nació en esta región, era venerado por los locales porque lo consideraban una representación de varios elementos sagrados.
Los gatos eran tan importantes para los egipcios, que solo los faraones podían tenerlos como mascotas; los cuidados de un gato egipcio incluían la protección de su bienestar físico en todo momento, siendo apreciados como un miembro valioso en el hogar, también eran momificados y adornados con joyas cuando fallecían naturalmente.
Los gatos egipcios eran venerados y protegidos por la ley, de manera que existían prohibiciones y castigos en cuanto a su venta, maltrato o asesinato que se pagaban, incluso, con la vida del infractor.
El gato egipcio, a diferencia de lo que se piensa, contaba con pelo, generalmente su pelaje era de color gris azulado, aunque también había otras variedades, como las moteadas o rayadas.
¿Cuánto cuesta un gato egipcio?
El precio del gato egipcio es un tanto elevado, ya que son pocos los criaderos que existen en el mundo, pues son animales que requieren de cuidados especiales en su piel y que pocos pueden atender con detalle.
Entonces, ¿cuánto vale un gato egipcio? En general, el precio de un gato egipcio ronda los 400 y 500 euros en Europa, mientras que el gato egipcio tiene un precio en México que va de los $20,000 en adelante, llegando incluso a rondar los $70 000 o más, esto de acuerdo con la ascendencia de sus padres.
Al momento de adquirir un gato egipcio bebé, te recomendamos hacerlo mediante un criadero certificado con la finalidad de que puedas corroborar que tu mascota cumple con los estándares raciales según su herencia genética.
Además, en estos lugares podrán orientarte sobre su árbol genealógico y los cuidados que se deben seguir con el propósito de mantener en buenas condiciones a tu nuevo compañero felino.