La leucemia felina es una enfermedad de tipo infecciosa que fue descubierta en 1964 cuando se analizó que un gato cuya vida se había dado dentro de un criadero junto con otros animales, se dieron cuenta de que tanto el felino como el resto de las especies desarrollaron linfomas malignos causados por el retrovirus.
Un gato con leucemia puede llegar a infectar fácilmente a otros felinos y causar que a los demás se les origine una grave depresión del sistema inmunitario, si no hay un tratamiento adecuado, las alteraciones de la leucemia viral felina corre riesgo de continuar propagándose y que el virus tenga otras alteraciones dentro del mismo organismo, causando que sea incurable y provocar la muerte de la mascota.
Qué es la leucemia felina
La leucemia o mejor conocida como FeLV pertenece a la subfamilia de los retrovirus con envoltura (virus ARN), los síntomas van desde inmunosupresión, neoplasias y anemia en el organismo del animal, mientras que su período de incubación suele extenderse y mutar una vez que se encuentra fuera.
Esta enfermedad viral puede afectar a cualquier gato pero el riesgo de infección puede ser mayor cuando se trata de felinos con una edad más avanzada, además de que tiene que ver con los tipos de hábitos de salud y el entorno en el que vive. La leucemia felina es considerada un virus lábil y a pesar de no poder infectar a las personas es preciso tener cuidado.
El FeLV se sabe que puede transmitirse por el acicalamiento mutuo, por ello durante la gestación la madre puede contagiar a las crías a través de la leche o incluso darse a través de las heridas causadas por mordeduras debido a que el virus se encuentra presente en los líquidos corporales, especialmente en la saliva, en la orina y las heces.
Síntomas de leucemia en gatos
Una vez que el animal ha resultado infectado por el FeLV, el virus se multiplica en el torrente sanguíneo y es durante esta fase donde el felino tiene la posibilidad de vencer la infección si se le da el tratamiento adecuado.
Sin embargo, los síntomas de leucemia felina, en algunos gatos no se puede erradicar el virus y la infección sigue su curso, de ahí la importancia de estar al pendiente de los siguientes signos clínicos:
- Fiebre
- Letargia
- Pérdida de apetito y de peso
- Problemas de signos respiratorios, de piel e intestinales
- Anemia
Cada uno de estos síntomas, en el 15% de los gatos que resultan con leucemia viral felina pueden desarrollar cáncer, siendo el más común el linfoma, un cáncer de los linfocitos que provoca tumores.
Leucemia felina tratamiento
Para combatirla, no existe ningún medicamento que pueda eliminar el virus, únicamente puede darse una serie de tratamientos como soporte para las condiciones que lo aquejan, permitiéndole que mantenga una calidad de vida aceptable por más tiempo.
Los antibióticos son algunos de los tratamientos que funcionan para controlar la leucemia cuando se detecta a tiempo y no se encuentra en un estado tan avanzado pero en cuyo caso se llegue a tener un gato con leucemia y ya tenga la presencia de tumores, la quimioterapia ha demostrado ser un método exitoso en el control del FeLV a este nivel.
Prueba de leucemia felina
En los centros veterinarios se suele sugerir un test rápido conocido como ELISA que consiste en ser una técnica que es capaz de detectar la presencia del virus en la sangre (antígeno), siempre y cuando este haya sido contraído en los primeros 30 días.
Tratamiento leucemia felina
Parte de los consejos como tratamiento es que la forma más eficaz para prevenir la aparición de la leucemia felina, es evitar la exposición y mantener a la mascota lejos de aquellos gatos que puedan estar infectados.
Sin embargo, el mejor tratamiento para la leucemia felina es el administrar cada 2 o 3 años la vacuna leucemia felina, el realizar esta acción a su debido tiempo con chequeos constantes permitirán que haya una prevención en caso de que se presente la leucemia dentro del organismo del felino, esta es la mejor forma de prevención y de reducir el riesgo de exposición al virus.
La pronta consulta con un buen veterinario aportará la ayuda necesaria para brindarle las correctas medicinas en caso de la aparición de una enfermedad, un seguimiento constante de su salud sumado a una adecuada alimentación y con sus vacunas a tiempo harán que el felino no manifeste enfermedades que puedan acortar su estado de salud y de vida.