El plátano es un alimento que otorga grandes beneficios a la salud porque es una fruta compuesta de potasio, magnesio, ácido fólico, fibra y otras sustancias astringentes, de manera que es normal que dentro de una dieta balanceada se acostumbre a que el plátano forme parte de la alimentación.
Al ser una fruta con alto valor nutricional, se convierte en un alimento energético con alto potencial para la alimentación animal, por eso los animales de granja suelen llevar como parte de su comida el plátano.
En el caso de animales domésticos como los perros, el plátano debe ser medido solo como una golosina y no tiene que formar parte de su dieta diaria; en el caso de los gatos, el plátano es una fruta que debe darse en pequeñas dosis porque no va con la alimentación carnívora de estas especies.
Cuando los gatos comen plátano, no se considera algo estrictamente prohibido para estas mascotas, no obstante, sí debe limitarse su consumo con el fin de no alterar la dieta del animal.
El plátano es rico en hidratos de carbono, especialmente cuando están muy maduros, por ello, no va acompañado de la dieta rica en hidratos de carbono que los gatos obtienen de la carne.
Por lo tanto, se puede decir que el plátano no le hace daño a los gatos por completo, sin embargo, no está adaptado para formar parte de la alimentación de animales que consumen carne.
Los gatos pueden comer plátano siempre y cuando se les ofrezca en cantidades pequeñas cada cierto tiempo, nunca de forma diaria y mucho menos acompañado de otras frutas o verduras.
Los gatos no son animales omnívoros, su sistema no está adaptado para consumir plátano, pues no obtienen los nutrientes que requieren de los vegetales, por eso cuando se dice que los gatos pueden comer plátano en dosis pequeñas, se hace referencia a que debe ser en raras ocasiones, pero al ser de naturaleza carnívora, puede ser que incluso lo terminen rechazando.
¿El plátano les hace daño a los gatos?
Los gatos que comen plátano no reciben los mismos nutrientes que le otorga esta fruta a los seres humanos o cualquier otro animal que se alimenta de plantas, por ello, se recomienda que los dueños de gatos den el plátano en cantidades mínimas y muy controladas, viéndolo solo como una golosina.
Los gatos y el plátano no son compatibles porque estos animales de casa solo obtienen la energía y los nutrientes esenciales del tejido animal, es decir, que las proteínas de origen animal son la base de su dieta y de donde obtienen todo lo que necesitan para vivir.
Cuando a los gatos les gusta el plátano, pueden correr el riesgo de volverse alérgicos, además de que el azúcar en el plátano no está adaptado para los gatos y su alimentación, pudiendo desarrollar enfermedades como la diabetes o la obesidad.
El plátano es bueno para los gatos solo cuando se sabe que no habrá reacción alérgica y que la mascota se encuentra con buena salud, en cualquier otro panorama, se le puede dar plátano a los gatos con cantidades precisas y por recomendación de su veterinario para la salud cardíaca y renal.
¿Qué fruta pueden comer los gatos?
Tal y como se mencionó anteriormente, la fruta para los gatos no debe formar parte de su alimentación principal, debido a que son animales carnívoros y a que la proteína y demás nutrientes salen de alimento como el pescado.
Sin embargo, de vez en cuando, los gatos pueden comer fruta en pequeñas cantidades junto con ciertas verduras, aportándoles así beneficios a nivel nutricional, más no es esencial.
Cuando comen fruta en exceso, los gatos pueden llegar a desarrollar diabetes u obesidad por las azúcares que aportan estos alimentos, si no sabes qué fruta pueden comer los gatos, te proporcionamos la siguiente lista de alimentos que son capaces de consumir en cantidades moderadas y mínimas:
- Fresas y arándanos
- Melones y sandías
- Manzanas
- Melocotones
- Peras
- Calabazas
- Tomates
El plátano es una fruta que los gatos pueden comer ocasionalmente y verse beneficiados por la fibra que ayuda a su salud intestinal, pero en exceso puede producir diarrea; la papaya es otro tipo de fruta que les gusta a los gatos y que sin problemas pueden consumir, siempre y cuando no haya registro previo de alergias.