Debido a las personalidades tan peculiares de los gatos, algunas culturas a lo largo de la historia, han mencionado que los gatos son místicos, una idea que ha llegado a permear en historias literarias y hasta en el cine hoy en día.
Pero, ¿de dónde proviene el origen de este argumento? Bueno, siendo este un espacio dedicado al mundo de los gatitos, hemos decidido realizar una breve investigación, sobre este misterio gatuno.
¿Qué tan místicos eran los gatos para los egipcios?
Si bien, los gatos han convivido con los seres humanos en diferentes momentos de su evolución y paso por este mundo, se sabe que la cultura del antiguo Egipto fue una de las primeras en atribuirles la característica de deidades.
Más que un tema de personalidad presente en este animal, para los antiguos egipcios, los felinos en especial los leones, eran los seres encargados de proteger a uno de sus Dioses más importantes, Ra el Dios del Sol.
Debido a que los gatos tenían ciertas similitudes con los leones, los egipcios relacionaron que los gatos también protegían el mundo espiritual, por lo que se volvieron prácticamente deidades en esta cultura.
Tomando en cuenta que los gatos eran considerados místicos y protectores, se entiende ahora mejor que nunca, que en las excavaciones arqueológicas se descubran monumentos, vasijas, esculturas e inclusive gatos momificados en tumbas antiguas.
¿Sólo los egipcios adoraban a los gatos?
Se tienen registros históricos, que señalan a otras culturas partidarias de la adoración y respeto hacía estos felinos, y que muy probablemente está justificada por el intercambio cultural y acciones bélicas entre naciones.
Por ejemplo, el Imperio Romano los consideraban trofeos de victoria tras una batalla librada. Además de un símbolo de libertad, por la personalidad independiente que tienen estos felinos.
En el caso de la India, donde se tiene la creencia de la resurrección y un profundo respeto hacia los animales, los gatos encontraron prácticamente un santuario entre humanos, para poder llevar una vida plena y segura.
Otros mitos que giran alrededor de los gatos
Como llega a ocurrir con todo en la vida, existen siempre dos partes de una historia y no todo siempre ha sido positivo para los gatos. A continuación algunos ejemplos.
Durante el Imperio Chino, que abarcó desde la dinastía Qin (221 a.C.) hasta la dinastía Qing (1912 d.C.), los gatos no se consideraban sagrados, sino más bien animales de mala suerte, ya que al parecer la familia que tuviera un gato en su casa, sólo padecía infortunios.
Para contrarrestar esto, se mandaban a hacer piezas de cerámica blanca con la figura de un gato, que se colocaban al frente de la casa, para repeler a esta mala suerte.
Por otro lado, la mayoría de las culturas a lo largo de la historia, creen que los gatos tienen una fuerte conexión con el mundo espiritual. Así que expresiones como la brujería, adoptaron a estos felinos (sobre todo los de color negro), para sus propios rituales; de ahí la creencia de que los gatos negros son de mala suerte.
Como podemos ver, a lo largo de la historia y por diferentes razones, se han considerado como místicos a los gatos.
Sin embargo, hay que dejar en claro que estos animales, más allá de su carga mística, son seres vivientes que merecen todo nuestro amor, cuidado y respeto.
