El sida felino o Inmunodeficiencia Felina

El Virus de Inmunodeficiencia Felina, mejor conocido por sus siglas FIV, es una enfermedad de acción lenta, en ese aspecto el VIH de los seres humanos es semejante a la inmunodeficiencia felina, ya que ambos virus se encargan de atacar a la compleja red de células, tejidos y órganos de manera progresiva.

El sida en los gatos, al igual que el virus que afecta al ser humano, se caracteriza por ser una propagación permanente, es decir, una vez establecido el agente en el cuerpo del animal, este permanece en su sistema.

La inmunodeficiencia adquirida existe en los gatos desde los años 80, cuando el sida se hizo presente por primera vez en el cuerpo de un gato, teniendo síntomas muy similares a la enfermedad del hombre.

Con el paso del tiempo, los científicos descubrieron que en realidad el sida en los gatos corresponde al tipo de VIH felino, cuyos síntomas no se hacen presentes después de un tiempo, ya sea por tratar otra enfermedad o por la aparición de una infección que termina por comprometer al sistema inmunitario.

Debido a que su acción es lenta, las mascotas se pueden infectar sin mostrar síntoma alguno de la enfermedad, haciéndose notar hasta que el sistema inmune se encuentra debilitado.

Con el fin de conocerlo mejor, te contamos qué es el sida felino, sus síntomas y el tratamiento que se le puede dar, así tendrás una noción más amplia con respecto a qué es el sida en los gatos y lo que conlleva.

Síntomas del sida felino

El sida en los gatos es una enfermedad que se caracteriza por tener un avance lento en el sistema de las mascotas, por lo que los síntomas, en la mayoría de los casos, no se muestran hasta que se presenta una infección o enfermedad más grave.

Cuando los problemas de salud comienzan a afectar el cuerpo del animal, el sida en los gatos se presenta y ataca con mucha más fuerza, dejando un rastro de enfermedades persistentes.

A continuación, enlistamos los principales síntomas del sida felino:

  • Fiebre
  • Bajo nivel de actividad y apetito
  • Enfermedades en las encías, en forma de llagas en la boca
  • Pérdida de peso
  • Ganglios linfáticos inflamados

No obstante, hay que tener en cuenta que los síntomas del sida en gatos a veces no son específicos, por ello es importante ir al especialista para que descarte el sida en gatos y sus síntomas, en especial si la mascota comparte hogar con otros felinos.

¿Cómo se contagia el sida felino?

Si no sabes cómo se transmite el sida felino, esto ocurre a través del contacto con otro gato infectado; la enfermedad de inmunodeficiencia felina o sida en gatos se hace presente en mayor medida durante el apareamiento, a través de heridas causadas por mordidas o de una madre que tras dar a luz, termina por infectar a sus crías.

Ahora que ya conoces por qué da sida en los gatos y cómo puede contraerse, es momento de revisar cuál es el tratamiento más adecuado para nuestras mascotas con la finalidad de cuidar su salud.

Vacuna para el sida felino

La cura para el sida felino no existe como tal, únicamente se puede adquirir la vacuna creada especialmente para disminuir sus efectos; no obstante, la mejor manera de evitar su aparición es que la mascota no salga de casa y recurrir a la castración.

Sin embargo, cuando ya existen síntomas de sida en los gatos, es posible mantener en balance las infecciones secundarias que perjudican su sistema mediante antibióticos específicos.

La vacuna para el sida felino en México no se incluye dentro de aquellas consideradas como “básicas”, esta consiste en un plan de tres inyecciones que posteriormente requerirá un refuerzo cada año.

Hay algunos productos que replican en menor medida los efectos de la vacuna contra el sida felino, pero no es la manera de eliminarlo, ya que esto solo funciona en etapas tempranas de la enfermedad.

Tratamiento para el sida felino

El mejor tratamiento contra el sida felino es ayudar a la mascota a mantenerse sana: cualquier infección se debe tratar de forma rápida y agresiva, de lo contrario el sistema inmunitario se puede debilitar; el sida felino es de alto contagio, por lo tanto, es fundamental tener al gato infectado aparte y no dejar que salga sin supervisión.

El estilo de vida de un gato con FIV puede ser saludable cuando se integra comida de alta calidad a su plan alimenticio, una desparasitación regular tanto interna (gusanos) como externa (pulgas) y vacunaciones anuales.

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