Epilepsia en gatos

Las enfermedades o padecimientos son un problema que aqueja a todo ser vivo, pues estas son alteraciones de diferentes tipos en el funcionamiento que normalmente tiene un sistema, afectando así al organismo a menor o mayor escala según sea el caso. 

Estas desviaciones del bienestar tienen orígenes diversos, encontrándose desde hace miles de años derivadas del contacto con otros seres, ambientes o incluso relacionándose a la propia genética que hace posible el surgimiento de estas.

Hace miles de años el humano entró en contacto con todo tipo de enfermedades debido a su interacción con factores que los hicieron vulnerables a ellas, dando pie a que su promedio de vida se redujera considerablemente y su salud se encontrara en constante peligro. 

Eso lo encaminó a una incansable búsqueda de soluciones y tratamientos para estos padecimientos, que posteriormente ocasionarían el surgimiento de ciencias como la medicina, o la veterinaria para el caso de los animales.

Es en estos últimos donde la ciencia ha obtenido toda clase de información que ha sido de ayuda para el mejor entendimiento de las enfermedades, desde el descubrimiento de curas hasta la creación de tratamientos y productos, los animales resultan ser un gran apoyo gracias a lo que se ha podido obtener de ellos. 

Entre esos hallazgos se ha observado que muchos de los padecimientos que nos perjudican hoy en día derivan del contacto que nuestros ancestros tuvieron con los animales al iniciar su domesticación, eso no quiere decir que todas posean el mismo origen, pero sí una gran cantidad de ellas.

Existen enfermedades que aquejan a humanos y animales por igual que no tienen relación alguna con virus o bacterias de por medio, entre ellas se encuentra la epilepsia, un síntoma que surge de la alteración en un grupo de neuronas, causando un exceso de actividad eléctrica que conduce a movimientos y comportamientos fuera del control de la conciencia, entre ellos convulsiones. Hablando específicamente de las mascotas, este problema no es del todo común, pero es posible que nuestros animales de compañía puedan sufrir este padecimiento, en especial los gatos.

Las convulsiones en gatos pueden presentarse sin siquiera darnos cuenta al tratarse de un animal que se encuentra en constante movimiento, pero debemos estar alerta con el fin de evitar que el problema se complique y darle a nuestro felino el tratamiento adecuado. 

Es por eso que a continuación, hablaremos más acerca de la epilepsia en gatos y los síntomas que llegan a presentar con la finalidad de que estemos informados al respecto y sepamos actuar en caso de que la situación lo requiera.

Epilepsia en gatos tratamiento

La epilepsia en gatos presenta síntomas como hiperactividad, nerviosismo, rigidez muscular, poco o nulo equilibrio, hiperventilación, dificultad tanto para caminar como para comer y, por supuesto, las convulsiones espontáneas. Las causas del trastorno son variadas y de ellas depende la intensidad y duración de las crisis epilépticas presentadas por el animal, aunque estas no suelen ser de más de unos pocos minutos.

Los gatos con epilepsia deben ser llevados lo más pronto posible al veterinario con el objetivo de que sean examinados y se determine el tipo de epilepsia que tienen basándose en su tamaño, edad, peso y genética. 

El tipo de epilepsia idiopática consiste en la presencia de este trastorno por herencia o razones que no se relacionan con enfermedad alguna; por otro lado, la epilepsia criptogénica si se vincula a alguna deficiencia o padecimiento que puede ser detectado.

Una vez el profesional obtenga los resultados y determine la situación de nuestra mascota, nos indicará qué tratamiento se le puede dar y los cuidados que hay que tener con él una vez volvamos a casa. Iniciando por la medicina tradicional, esta incorpora medicamentos regulados por el médico veterinario para un tratamiento de corto o largo plazo según las circunstancias del felino.

Otro posible tratamiento es la medicina alternativa o la homeopatía, que es una terapia eficiente con resultados positivos en el animal, esta disminuye la presencia de los síntomas y le otorga una calidad de vida mucho más relajada y tranquila a nuestro gato.

Por último, relacionadas a la medicina alternativa, el Reiki o la terapia con flores de Bach ayudan a aquellos mininos cuyos medicamentos no surten efecto o cuya cantidad de convulsiones va en aumento, brindándoles paz y serenidad con soluciones naturales.

Si deseas saber cómo curar la epilepsia en gatos, la respuesta se encuentra en el tratamiento que el médico establezca de la mano de cuidados a tomar en cuenta de nuestra parte con el felino. Lo principal es mantener un ambiente seguro y libre de situaciones que sean capaces de estresarlo, evitando que se altere y se golpee en caso de que presente alguna convulsión. 

Por ningún motivo debemos intervenir en los ataques levantando su cabeza o sacando su lengua ya que podría herirse, de igual manera no darles alimento ni bebida y mucho menos darle calor tapándolo, eso le podría provocar asfixia. Una vez la crisis epiléptica haya terminado, es importante darle espacio para que se recupere y se tranquilice para evitar que las convulsiones continúen o empeoren.

Si tienes un gato que sufre epilepsia en casa, mantén la calma y sigue al pie de la letra las recomendaciones del veterinario, solo así lograrás darle a tu mascota la vida que se merece y será más fácil que con el tiempo su salud mejore. Para más información acerca de este y otros temas relacionados con gatos, no dejes de seguir las publicaciones de nuestro blog.

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