Cuando se tiene como mascota un gato es importante estar al pendiente de su estado de salud para evitar cualquier tipo de enfermedad contagiosa, como sucede con los hongos en los gatos; este tipo de dolencias son muy comunes entre los animales de compañía debido a la presencia de organismos de fácil transmisión.
Los hongos son una clase de patología que requiere continua observación y vigilancia con la intención de prevenir que se extienda por el cuerpo del animal y empeore su estado de salud.
Organismos microscópicos como las levaduras y los hongos son capaces de adherirse fácilmente, provocando hongos en la piel, el pelo y las uñas de los gatos que pueden convertirse en un mayor problema si no se tratan a tiempo.
Las infecciones por hongos en los gatos casi siempre provienen de la tierra, donde pueden ser inhalados, ingeridos o penetrar en el cuerpo del animal a través de cortes abiertos o raspaduras.
Este tipo de parásitos acceden fácilmente al cuerpo del gatito al ser de dimensiones minúsculas, es por ello que su producción dentro del sistema se hace rápidamente, llegando a ocasionar infecciones graves en poco tiempo.
De igual manera, estos organismos pueden prosperar y producir esporas, lo que ocasiona infecciones localizadas como hongos en las orejas de los gatos, siendo una zona de fácil contagio para otros animales y para el propio cuerpo de la mascota.
Hongos en la piel de los gatos
El cuidado de la piel de los gatos depende en gran medida de la raza que se tenga, ya que la protección no será la misma en un gatito con abundante pelaje que en uno con ausencia de vello.
El pelaje y la piel de un gato son las áreas que ofrecen mayor visibilidad para determinar si este goza de buena salud y vitalidad, es importante brindar al animal los cuidados necesarios con la intención de protegelo contra agresiones ambientales y agentes infecciosos que puedan poner en peligro su bienestar.
La piel de un gato se puede observar de tonalidades rosa o negra, dependiendo de los pigmentos naturales de su raza o su historial genético; en caso de presentar costras, irritación, descamación, puntos blancos o negros, masas, bultos o zonas infectadas, es necesario acudir con un veterinario para obtener el tratamiento adecuado.
La dermatitis por hongos en gatos es de los trastornos cutáneos más habituales y suele darse por parásitos, alergias, infecciones bacterianas, hongos, tumores o enfermedades sistémicas.
La caída de pelo en gatos por hongos es una señal evidente de que nuestra mascota se encuentra en un mal estado de salud, por ello es recomendable prestar especial atención en este aspecto.
Hongos en las patas de los gatos
El área de la piel es la primera en verse afectada cuando hay organismos infecciosos, pero el pelo y las uñas también son zonas del cuerpo que requieren una exhaustiva revisión, ya que son lugares donde es posible encontrar señales de una enfermedad latente.
Cuando hay presencia de hongos en las uñas de los gatos, estas suelen tener una apariencia anormal, hinchada y amarillenta; el tipo de hongos en los gatos más conocido proviene de aquel conocido como onicomicosis, causando inflamación alrededor del tejido de las uñas.
Tratamiento para hongos en gatos
El tratamiento para hongos en la piel de los gatos puede venir en diferentes presentaciones: pastillas, inyecciones, pomadas, o incluso en formato de shampoo para hongos en gatos.
Con el fin de brindar una mayor comodidad se recomienda la aplicación de crema para hongos en los gatos, de esta manera su cuerpo puede absorber mejor la medicina y hacerla llegar rápidamente a la zona infectada.
Existe un tratamiento casero para combatir los hongos en los gatos que requiere de vinagre y sal, estos dos ingredientes desintoxican y limpian a profundidad la piel infectada gracias a sus propiedades higiénicas capaces de combatir el hongo de forma natural.
No obstante, lo más recomendable es acudir con un profesional en el tema para descartar cualquiera de los tipos de hongos en el cuerpo de los gatos; sólo un veterinario experto en infecciones puede identificar la clase de enfermedad cutánea que tu mascota está desarrollando.